Las bellezas de mi pueblo(Donde se da cuenta de los lugares que pueden ser visitados en el término de Santa Mª de las Hoyas; en especial sus cuevas)
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- I -
Santa María de las Hoyas pueblo de pan y resina; también se cría en tus pastos abundante proteína.
En tu término se hallan parajes llenos de vida que yo con mi torpe pluma quiero explicar de corrida las maravillas que encierras que son poco conocidas.
En "La Muela del Castillo" dice la arqueología que en tiempos hubo allí un fuerte que servía de vigía para controlar la vega de Orillares a Nafría.
Hoy se conserva muy poco de lo que allí había un día; en el centro hay un gran pozo que de cisterna servía para recoger las aguas cuando del cielo llovía.
Por la parte de Poniente, de defensa están las riscas; los cimientos que hoy se ven mirando hacia el medio día, están hechos con mortero fuertes, como roca viva.
En la ladera "El Villar" entre piedras bien unidas, se han descubierto unas tumbas de fecha desconocida; en una, un hacha de sílex por cabecera tenía.
Se dio cuenta del hallazgo a la Autoridad debida; nadie las ha despertado allí siguen bien dormidas. - II - A los pies de la ladera en una extensa solana existió un pueblo de moros que le llamaron Miranda.
Los restos que allí se ven: tejas rotas de sus casas; tumbas en un terraplén por el tiempo socavadas; sólo la ermita está en pie bellamente situada en lo alto de un alcor de forma redonda y plana que lleva el nombre del pueblo que un día allí se fundara; y, desde Santa María, por el cielo recortada, se ve la ermita que hoy por todos es venerada y que siempre se ha llamado Santo Cristo de Miranda. - III - Si hacemos un recorrido por el "Villar" a "la Lastra" entre jabinas y pinos llegamos a "Covalagua".
Hoy es fácil ver la cueva porque se entra a pata llana, antes, había un horcón por el cual siempre bajaban los que tenían valor y el peligro despreciaban, para poder disfrutar dentro de la inmensa sala de las bellezas que hay y contemplar su agua clara que destilan las calizas gota a gota continuada que se recoge en pilitas por ellas mismas formadas.
Las pocas estalactitas que se conservan intactas están en lo alto del techo expuestas a la mirada; ya que el Hombre ha destruido de forma discriminada las que ha podido alcanzar con palos, piedras o hachas.
En el suelo están los restos que los vándalos dejaban después de seleccionar las que más interesaban.
En tiempos desapacibles o llovizna continuada en la cueva, los pastores jugábamos a "la calva".
El pan pasaba de mano si aquel día no atinabas el que ganaba, tranquilo lo repartía a sus cabras; no comiendo el perdedor en toda aquella jornada. |
Ha salido a colación esta historia ya pasada para que vea el lector la vida que se llevaba; ¡qué diferencia de hoy! los pastores, ¡cómo fardan! con su bota y transistor y con coche se trasladan por la mañana y la noche de su casa a la tenada. - IV - Atrás dejamos la gruta y por el "sestil de Mangas" se llega a las "Covatillas", donde se dice que el Janda entró por un pasadizo con el fin de buscar agua; regresó medio asustado, nunca dijo por qué causa.
No se sabe a que es debido pero siempre se relata que las tormentas alí son tan fragosas, que espantan; los pinos de sus contornos heridos del rayo se hallan y dicen los entendidos en estas cosas del agua que debajo de las cuevas hay corrientes subterráneas. - V - Si se camina hacia el Norte, dentro de un hoyón metida la cueva "los Candalones" encontramos enseguida.
Es muy difícil entrar y más, si cae llovizna porque la tiera que hay siempre está resbaladiza.
He bajado un par de veces con soga, atado y sin prisas; el horcón por escalera y agarrándome a las riscas.
Cuando se ha llegado al suelo da placer y da alegría porque el ojo ,poco a poco va viendo las maravillas que en los techos y paredes ha formado día a día la madre Naturaleza entre la piedra caliza.
La primera vez que entré en la cueva referida fue, acompañado de dos amigos que yo tenía.
El ovillo de bramante y linternas con sus pilas unas botas resistentes es lo que más necesitas si quieres salir airoso por aquellas galerías. Si soltaras el bramante al volver te perderías ya que un Dédalo parece como el de la Creta antigua.
Ora ves aquí un barranco, ora otra cosa que admiras; por doquier cuelgan del techo formando mil figurillas en una orgía danzante un sinfín de estalactitas. - VI - No hay noticia de persona que haya llegado al final; ni ver la puerta de bronce que dicen que dentro hay.
Desde tiempos de Viriato pasando por el Islam, de boca en boca ha llegado -la puerta que hay que pasar, tiene un letrero que dice: "Entrarás, entrarás, pero no saldrás"
La cerda con sus cerditos que tanto ha dado que hablar, dicen que es de oro macizo como no se vio jamás; y que dichos animales, dentro de la sala están esperando que alguien llegue que se los quiera llevar.
Así las generaciones, van pasando sin cesar transmitiéndose la voz como si fuera un cantar: "Para llegar al tesoro el letrero hay que cruzar, ése que dicen que dice: "¡Entrarás, entrarás... pero no saldrás!" " Continuará....... FIN Gerona, Marzo de 1.988 |