Esta
"Fuente el Pino
"
dicen
las historias
que
en tiempos pasados
eran
sólo pozas.
Y que aquí bebieron
apartando
brozas
a
morro y a sorbos
Olalla
y su tropa.
Va pasando el tiempo
el
tábano engorda
al
beber el agua
fresquita
y sabrosa
Estos "pica carnes"
sabían
de sobra
que
ese agua tenía
sabores
de aroma.
Estaba tan fresca
y
tan deliciosa
que
siempre venían
a
llenar "la andorga".
También
los pastores
por
aquella zona
bebían
en tiestos
que
en el pinar sobran. |
Los de las ovejas
sabían
de sobra
que
al beber a morro
salían
ampollas.
Cuantos años pasan,
no
aclara la historia
hasta
que llegó el tiempo,
de
las "vacas-gordas".
Y se hacen "encaños
"
con
piedras redondas,
recogiendo
el agua
en
un punto sola.
Y el Ayuntamiento
-no
es ninguna trola-,
un
día pasó
por
aquellas sombras.
Probaron el agua
era
pura gloria
para
refrescar melones
vino
y otras cosas
Llegó
un arquitecto,
que
en el pueblo sobran
y
sin más ni más,
empezó
la obra. |
Y la Fuente el Pino
por
sus muchas sombras
así
se llamó,
y
se llama ahora.
Asaderos y bancos
para
diez personas
chuletas
no faltan
en
las merendolas.
Las han hecho "buenas
"
"sonadas
"y "gordas
"
pero
ésta de hoy
las
eclipsa a todas.
Seguir
adelante
todas
"las Santonas" (*)
comer
y bailar
y
cantar la jota.
Tampoco olvidéis
de
"pingar la bota"
que
los días corren
y
la vida es corta.
Autor:
Pausilipo Oteo
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